lunes, 31 de marzo de 2014

Candelaria: un museo en las calles.


Calle en La Candelaria
Generalmente se suele creer que los museos son solo aquellas instituciones que conservan y exhiben piezas que muestran algún aspecto de la vida siempre con un componente cultural. La Candelaria, un emblemático barrio de la ciudad de Bogotá, no solo por sus casas coloniales, cuenta en cada calle una historia.

Puerta falsa sellada, Catedral Primada de Colombia.

Luego de la visita a esta parte de Bogotá, con un grupo de estudiantes tuvimos la oportunidad de conocer desde la puerta falsa en la Catedral Primada y su historia con el prebendado español; el balcón desde donde salto Simón Bolívar luego de que Manuelita Saenz le advirtiera de la conspiración para asesinarlo en 1828, hasta la receta original del chocolate cuando Antonio Nariño lo trajo a la ciudad para una reunión desde los Santanderes.

Entre las tantas historias que rodean a esta parte de la ciudad, entre sus paredes gruesas de adobe y tapia pisada que guardan siglos de historia de Colombia se hayan, más que historias, evidencias de la frivolidad e inmisericordia de la época. Silenciar a personas  y ocultar sus cadáveres entre estas paredes gigantes, se puede decir, que era por aquella época algo común; como la Casa del Duende en una de las calles de Candelaria, en donde luego de un romance con la mucama por la ausencia prolongada de seis meses de la señora de la casa, el señor luego de saber del embarazo de la criada decide, sin temor alguno, asesinarla y esconder el cadáver entre una de las paredes de la casa. 

Pared construida con los materiales originales del sigloXVIII y XIX. 

No podemos dejar a un lado la historia de Rafael Pombo, contada por nuestro guía, de cuando se convirtió en el primer grafitero de Bogotá al escribir un mensaje en la pared de la tienda del señor Prieto, luego de que este no quisiera fiarle unas cervezas; y lo que hubo detrás del giro de la estatua de Bolivar, en la Plaza que lleva el mismo nombre del libertador, luego de la petición de la clase alta para que esta quedará viendo hacia el norte. 

Sin lugar a duda esta zona de Bogotá esconde entre sus entrañas innumerables relatos e historias que hicieron parte de la época de la colonia y posteriormente de la independencia, pero no solo de los iconos y personajes de este periodo, si no también de las personas del común, de los que habitaban la ciudad. La riqueza de la ciudad y lo que se esconde tras de ella, indudablemente hace de esta un museo por el que constantemente transitamos sin saber los relatos, mitos e historias que aunque no se encuentran plasmadas en sus paredes, permanecen intactas en la memoria de aquellos que con sus relatos nos enseñan las curiosidades de una Bogotá colonial llena de historia.

Reloj de la Catedral Primada de Colombia

Puerta de la época y Carta de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en la plazuela Rufino Cuervo.


Ana María Redondo.









sábado, 29 de marzo de 2014

Salida a la Candelaria

Compartimos con Museos y patrimonio nuestro chocolate santafereño.




Una salida en familia con nuestra Universidad aquí en la Chocolatería.

Dulce María Bautista

jueves, 27 de marzo de 2014

La ciudad es un museo.

Cuantas veces al recorrer una ciudad pasamos de largo por una puerta, un zaguán o un gran balcón sin darnos cuenta de la importancia que pueden tener en la historia.  No se necesita asistir a un museo para advertir la belleza y la historia en convivencia estética.

Casa natal de Rufino José Cuervo, en La Candelaria, Bogotá.
 


Las piedras de las paredes, los adoquines, el frontispicio, las iglesias son para nuestra cultura fuente de inspiración y de recuerdo. Los invito a visitar el centro de Bogotá y descubrir en el las huellas de nuestra historia. Participemos todos de esta hermosa actividad y compartamos nuestros puntos de vista.
 

Profesora Dulce María Bautista

Imagen tomada de: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/febrero-2013/cuervo-uricoechea-silva-florez